Comienza un nuevo año 2017 tras días de descanso por Navidad; me llevo muchísimos y buenos recuerdos del año 2016, un año más es una gran satisfacción personal que tantos padres confíen en mi como profesional de la fotografía, que me permitan mimar a sus recién nacidos; de cada uno de los bebé y de sus familias me llevo un sentimiento profundo en mi corazón, experiencias maravillosas que me enriquecen como persona y como fotógrafa de estos pequeños y tiernos seres, los recién nacidos.
Esta pequeña y dulce bebé, Alexandra, me visitó en el Estudio en diciembre; resultaba muy difícil separarla de su madre hasta que encontró la paz y el consuelo al estar cerca del pañuelo rosa que le anida impregnado del olor de mamá. Fue toda una bendición acercarle ese pañuelo de la madre, Alexandra encontró por fin el descanso y yo los minutos para hacer unas lindas fotografías.
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